sábado, 30 de abril de 2011

FÁBULA DE UN HÉROE EN CASA


Esa tarde lluviosa, la tortuga decidió salir de casa y sin saber que el destino le tenía preparado un sinfín de aventuras, aquella tortuga que no hacía más que dormir, comer y tomar agua, partió…

Luego de tanto caminar llegó a una colina y se refugió tras una rama de olivo atorada en una piedra, escuchó un ruido, algo como una chicharra, un cantar, entonces sacó su cabeza del caparazón y con sus patas comenzó a indagar bajo la rama y roca, ahí es-taba un pequeño amigo mojado, un grillo, el cual le explicó a la tortuga que en esa ocasión cantaba pero de tristeza, porque estaba solo, perdido y mojado, la tortuga lo tomó con su pata y lo colocó a un lado de su caparazón donde pudo dormir seco y calientito.

De pronto, un ruido como el de una cascada fue incrementando, ambos presentían que algo pasaría, el grillito se subió a la tortuga y con sus patas, antenas y todo el cuerpo se agarró de la tortuga con todas sus fuerzas, entonces pasó, una enorme cantidad de agua llegó arrastrándolos por la colina cuesta abajo, ambos abrazados y con los ojos cerrados por el susto, rebotaron en alguna parte blanda que los detuvo y les dio alivio, al abrir los ojos lo vieron, era un perro sosteniéndose con sus patas de un poste de luz, agradecieron haberlos salvado a lo cual el perro sintió alivio también porque no estaba solo, el grillo y la tortuga escalaron al cuerpo del perro y pasando menos cantidad de agua y tomando el poste entre los tres, lograron salir de ahí, para celebrar aquella victoria de los tres valientes, el grillo volvió a cantar de alegría, el perro ladró de emoción y la tortuga sacaba y metía la cabeza en forma de baile.

Llegaron a un lugar en donde unos humanos lloraban desconsolados, al parecer su niño había sido arras-trado por el agua, en eso escucharon un llanto que pasó por una fuerte corriente de agua, espérenme aquí les dijo el perro a la tortuga y el grillo, quienes preocupados obedecieron, entonces vieron al más valiente animal de todos los tiempos, el perro se aventó al agua como si éste no hubiera estado minutos antes apeñuscado de un poste, se tiró cual nadador profesional lo haría y con sus patitas delanteras comenzó a nadar, al topar con un árbol con sus patas traseras tomó impulso y alcanzó al pequeñito, lo tomó de la ropa con sus dientes y con toda su fuerza lo arrastró a la orilla donde con suerte el papá del niño los estaba esperando, al ver aquel momento, la tortuga y el grillo se sorprendieron tanto, pues su vida jamás había sido tan emocionante, el señor abrazó al niño y al perro, al que también llevaron envuelto en una cobija con tanto afecto, entonces la tortuga tuvo ganas de volver con sus dueños , pero el grillo no tenía hogar, sin embargo fue invitado por la amable y ahora su amiga tortuga, buscaron camino seco y aunque largo, encontraron de nuevo la casa. En en el patio la señora que estaba lavando, desesperada buscaba un broche de la ropa que había caído por entre el pasto, entonces el grillo saltó del caparazón y la tortuga lo más rápido que podía movió sus patas y cabeza para encontrar aquél broche, entonces lo vieron y se apresuraron a él, como todos unos valientes tomaron el broche y lo llevaron hasta ella, quien lo tomó con una sonrisa y dijo :

— ¡Gracias me salvaron la vida!, ya es tarde y debía irme—, Como premio recibieron el mismo regalo de siempre, comida,cariño y agua, pero ésta vez la tortuga tenía una razón mejor para estar ahí y el grillo cantaría cada noche como muestra de agradecimiento.


¡Gracias a todos los héroes que nos hacen felices cada día: nuestras mascotas!

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