domingo, 18 de septiembre de 2011

EL AMOR Y EL SEXO DE MIRANDA





Un poco más de las cinco de la tarde, Miranda sale de trabajar, sube a su auto gris con olor a cereza y maneja a casa manoteando contra el rosario colgado del espejo delantero.

Su departamento es muy amplio, cuando su madre va a visitarla insinúa que hacen falta nietos, Miranda se siente sofocada y le niega las llamadas uno o dos meses hasta que pasa el coraje.

Para la sociedad mexicana Miranda es una “solterona” desde los 30 años y ahorita a los 36 es casi una mujer “quedada” — que no llegue soltera a los cuarenta — (Reza su madre ).

Un día decidió cambiar su carrera de abogada, por el de prostituta, necesitaba amor y muchos hombres lo mismo, pues Miranda no sabe que el sexo y el amor ni siquiera se conocen, menos cuando hay dinero de por medio.

Salió a la calle, en una falda corta que compró para una fiesta de disfraces y nunca se atrevió a usar, dejaba ver sus torneados y gordos muslos, su cadera ancha y redonda y una blusa que desabotonó más abajo que en un día laboral.

No parecía una prostituta, más bien una gordita sexy, sin embargo la zona le ayudó al camuflaje y no tardó más de una hora en que un auto se detuviera a preguntarle cuanto costaba, Miranda no tenía ni idea, así que le dijo que estaba de suerte y no le cobraría nada, el joven, no tan feo, sonrió y se la llevó a un hotel de mala muerte.

Miranda supo esa noche que no era su profesión, volvió a su casa, despeinada y sola como de costumbre, prendió la televisión y encontró una escena apasionada, entonces cambió su recuerdo de sábanas mal olientes y soledad reflejada en un espejo del techo, por la escena de amor y sexo, volviéndose ella la joven protagonista, hermosa de cuerpo envidiable.

Dos meses después llama a su entrometida medre, para darle la noticia que será abuela, y que el padre del hijo que espera, es un gran actor, guapo, que se ha perdido en la fama.

sábado, 30 de abril de 2011

FÁBULA DE UN HÉROE EN CASA


Esa tarde lluviosa, la tortuga decidió salir de casa y sin saber que el destino le tenía preparado un sinfín de aventuras, aquella tortuga que no hacía más que dormir, comer y tomar agua, partió…

Luego de tanto caminar llegó a una colina y se refugió tras una rama de olivo atorada en una piedra, escuchó un ruido, algo como una chicharra, un cantar, entonces sacó su cabeza del caparazón y con sus patas comenzó a indagar bajo la rama y roca, ahí es-taba un pequeño amigo mojado, un grillo, el cual le explicó a la tortuga que en esa ocasión cantaba pero de tristeza, porque estaba solo, perdido y mojado, la tortuga lo tomó con su pata y lo colocó a un lado de su caparazón donde pudo dormir seco y calientito.

De pronto, un ruido como el de una cascada fue incrementando, ambos presentían que algo pasaría, el grillito se subió a la tortuga y con sus patas, antenas y todo el cuerpo se agarró de la tortuga con todas sus fuerzas, entonces pasó, una enorme cantidad de agua llegó arrastrándolos por la colina cuesta abajo, ambos abrazados y con los ojos cerrados por el susto, rebotaron en alguna parte blanda que los detuvo y les dio alivio, al abrir los ojos lo vieron, era un perro sosteniéndose con sus patas de un poste de luz, agradecieron haberlos salvado a lo cual el perro sintió alivio también porque no estaba solo, el grillo y la tortuga escalaron al cuerpo del perro y pasando menos cantidad de agua y tomando el poste entre los tres, lograron salir de ahí, para celebrar aquella victoria de los tres valientes, el grillo volvió a cantar de alegría, el perro ladró de emoción y la tortuga sacaba y metía la cabeza en forma de baile.

Llegaron a un lugar en donde unos humanos lloraban desconsolados, al parecer su niño había sido arras-trado por el agua, en eso escucharon un llanto que pasó por una fuerte corriente de agua, espérenme aquí les dijo el perro a la tortuga y el grillo, quienes preocupados obedecieron, entonces vieron al más valiente animal de todos los tiempos, el perro se aventó al agua como si éste no hubiera estado minutos antes apeñuscado de un poste, se tiró cual nadador profesional lo haría y con sus patitas delanteras comenzó a nadar, al topar con un árbol con sus patas traseras tomó impulso y alcanzó al pequeñito, lo tomó de la ropa con sus dientes y con toda su fuerza lo arrastró a la orilla donde con suerte el papá del niño los estaba esperando, al ver aquel momento, la tortuga y el grillo se sorprendieron tanto, pues su vida jamás había sido tan emocionante, el señor abrazó al niño y al perro, al que también llevaron envuelto en una cobija con tanto afecto, entonces la tortuga tuvo ganas de volver con sus dueños , pero el grillo no tenía hogar, sin embargo fue invitado por la amable y ahora su amiga tortuga, buscaron camino seco y aunque largo, encontraron de nuevo la casa. En en el patio la señora que estaba lavando, desesperada buscaba un broche de la ropa que había caído por entre el pasto, entonces el grillo saltó del caparazón y la tortuga lo más rápido que podía movió sus patas y cabeza para encontrar aquél broche, entonces lo vieron y se apresuraron a él, como todos unos valientes tomaron el broche y lo llevaron hasta ella, quien lo tomó con una sonrisa y dijo :

— ¡Gracias me salvaron la vida!, ya es tarde y debía irme—, Como premio recibieron el mismo regalo de siempre, comida,cariño y agua, pero ésta vez la tortuga tenía una razón mejor para estar ahí y el grillo cantaría cada noche como muestra de agradecimiento.


¡Gracias a todos los héroes que nos hacen felices cada día: nuestras mascotas!

martes, 29 de marzo de 2011

TU CORAZÓN.


Hoy escuché latir tu corazón.
La ciudad se detuvo un momento para escucharte,
Cuando todo volvió a la “normalidad”
Te seguimos escuchando en cada esquina, en cada instante.
Y los pasos lentos querían volverse semicorcheas por ti.

Hoy te vimos moverte en tu universo,
Y nos moviste sin duda del nuestro,
Tu corazón firme y sin titubeos nos dijo quien eres
Y te amamos todavía más y más.

Hoy se detuvo un momento la ciudad
Y tú y yo nos quedamos contigo atrapados
En esa pequeña bolsa de amor,
para susurrarte que ansiosos te esperamos…