sábado, 28 de agosto de 2010

Agujero


Un grito que despertó a mi piel inundó la habitación, el grito aquél rebotaba en las paredes y daba golpes de remate en las ventanas, me provocó un zumbido que poco a poco fue ensordeciéndome, entonces vi una esquina del techo desquebrajarse, formó un gran agujero por el que la oscuridad entró, rayos negros fueron asesinando la luz, corrí hacia donde pude ver claridad, luego me di por vencida, la oscuridad entraba, primero tocó mi mano, luego mi pecho, mis pies, rodilla, labios, nariz, algo de mi quedaba aún como luciérnaga en mi piel, pequeñas manchas de luz que la oscuridad lamió finalmente para concluir su obra, en pocos segundos dejé de existir, nadie pudo verme, nadie me escuchaba, ¿ así es la muerte ?... Luego un ojo asomado que brillaba por su color blanquirojo parpadeó tan fuerte que cayeron pedazos de muro y un agujero nuevamente se abrió, dando paso a la luz tenue de una veladora.

Lo entendí todo, esa no es la muerte, es la vida que se asoma al inframundo, es la agonía.

2 comentarios:

  1. Sonya, usted - talento! Excelente trabajo!

    Sergey.

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  2. Antes de morir se podría ver la muerte dices, me gusta mucho tus recursos literarios, la metáfora de como una sombra mortífera va engulliendo la vida.

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